top of page

Comentarios del foro

Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Ateneo Al Margen
21 jul 2022
Histórico de exposiciones AL MARGEN (marzo 1986 - febrero 2010) P.A.R.R.Ú.S. (diversos materiales) / febrero 2010 RAFA RIUS (fotos) / enero 2010 ANA GARRIDO (fotografías) / septiembre 2009 ANTONIO PÉREZ COLLADO ("Objetivos ambiguos", fotos) / junio 2009 GRUPO ZULO13 (colectiva pintura) / mayo 2009 PAULA CABILDO (grabados) / abril 2009 F. REYES ALEGRE (óleos) / marzo 2009 Mª JOSÉ RECHE (La infancia) / febrero 2009 CHRISTIAN YAPUR (pinturas) / octubre 2008 GUS (cuadros de arena) / junio 2008 MARISA JUAN (fotos del Barri de Velluters) / enero 2008 CAYO (engendros plásticos: “Muertit@s, calaveras y dys-torsión”) / noviembre 2007 “POESÍA VISUAL” (colectiva) / junio y julio 2007 MARINA (collages) / mayo 2007 EXPO COLECTIVA DE PINTURA / abril 2007 JUAN JOSÉ GARFIA (óleos) / febrero 2007 “COLECTIVIDADES EN MARCHA” (Fotos y carteles) / diciembre 2006 “PRENSA Y REVOLUCIÓN” (Colección de M. Roldán) / julio 2006 SARA (Ilustraciones y dibujos) / junio 2006 KARINA (óleos y acrílicos) / mayo 2006 MAURICIO CHIAVARINO (“Armándome”, esmaltes) / abril 2006 “LA MEMORIA HISTÓRICA” (Colectiva) / marzo 2006 “20 años en la historia del Ateneo” (material histórico) / febrero 2006 WALKER (fotografías) / febrero 2006 ALEKO ERGINOS (fotografías) / enero 2006 Mª JOSÉ BODAS (Cuentos para sonreír) / noviembre 2005 ADAN SZARA (fotos, carteles y collages) / junio 2004 MARISA JUAN (fotografías) / marzo 2004 MAXIMIANO ROLDÁN (prensa obrera) / 24 feb.-8 marzo 2003 JULIÁN LACALLE Y MIGUEL ROPERO (fotografías) / 25 marzo a 6 abril 2003 ANDRÉS LLOPIS (linóleos) / 14 nov. A 1 dic. 2003 CARMEN ROIG (acuarelas y óleos) / 2002 JUAN JOSÉ GARFIA (pintura) / 1 al 23 feb. 2002 COLECTIVA SOCIOS ATENEO (fotos, pintura, escultura…) / 27 feb.- 2 marzo 2002 JAVI ALTABER (pintura) / 21 mayo a 11 junio 2001 F. SALVADOR SIGUÍ (libros y carteles) / marzo 2001 INMA VILLENA (dibujos) / marzo 2001 FUNDACIÓN SALVADOR SEGUÍ (prensa anarquista) / 4 a 11 de marzo de 2000 ATENEU LLIBERTARI SANT BOI (carteles anarquistas) / febrero 1999 RAFA RIUS (poemas/objetos) / enero 1999 AGUSTÍN SILVESTRE “GUS” (cuadros arena) / mayo 1994 REYES ALEGRE (pintura) / mayo 1994 ALFREDO FAGALDE (pintura) / marzo 1994 MANUEL HERRERO TROTAJADA (escultura) / junio 1994 VV.AA. (fotos del Carmen) / mayo1990 CECILIO BASTIDA (cuadros cinta adhesiva) marzo 1990 MATEO GAMÓN (fotografías) / octubre de 1988 JOAQUÍN SANCHO (pintura) / abril 1997 COLECTIVA “DA-DA LO MISMO” (objetos y poesías) / 16 a 29 nov. 1987 MARRO (fotografías) / 15 a 29 de noviembre 1986 ANTONIO LAVEDA (ilustraciones para libros) / octubre 1986 SONIA DOMINGO Y M. JOSÉ LEÓN (cerámicas) / marzo 1986
0
0
Opinión
In Bienvenido al foro
Ateneo Al Margen
21 jul 2022
Documento base sobre el posicionamiento de CNT en relación a la Memoria Histórica POR UNA MEMORIA VIVA de la lucha anarcosindicalista (publicado originalmente el 7 de septiembre de 2013) “El pasado no está muerto ni enterrado, de hecho ni siquiera es pasado” William Faulkner El movimiento libertario en general y el anarcosindicalismo en particular han sido tradicionalmente objeto de persecución y represión violenta por parte del Estado y de sus habituales socios: ejército, iglesia y oligarquía económica. El poder ve en el anarcosindicalismo y el anarquismo dos de sus principales enemigos, ya que cuestionan tanto su existencia como su práctica mediante la solidaridad, el apoyo mutuo y la movilización obrera entendida como instrumento material para alcanzar un futuro libre de tiranías y yugos de cualquier tipo. España es un país en el que a lo largo de su historia se han vivido intensas etapas de persecución del movimiento obrero, y en ese escenario la CNT ha sido una de las organizaciones a la par que más combativas sin duda, la más atacada y hostigada desde el poder, no sólo en períodos con gobiernos monárquicos o autocráticos sino también bajo la república, la dictadura franquista o la actual monarquía parlamentaria habida tras el proceso de la llamada transición. Con todos estos formatos de modo de gobierno se ha producido un ataque sistemático a las ideas del anarquismo y del anarcosindicalismo, que llegan a día de hoy y que continuarán a futuro. Contra la imagen del anarquismo que se ha difundido desde el periodismo, la literatura y la historia domesticada, la militancia anarquista ha padecido mucho más la violencia estatal de lo que la ha podido ejercer en algún período determinado. Persecución y muerte son términos repetidos a lo largo de la historia de la CNT, por ello cumple hoy a la organización y a todos sus miembros o simpatizantes dar una contundente réplica en lo que se refiere a los resultados de la represión, así como difundir entre la opinión pública y el pueblo en su conjunto toda una serie de ataques que han supuesto muerte, cárcel, persecución, torturas, desapariciones, humillaciones, vejaciones, depuraciones y violencia indiscriminada de la que han sido objeto sus militantes y en muchos ocasiones sus propios familiares. Importa mucho por tanto romper el cómplice velo de silencio que desde el Estado y demás instancias de poder se está produciendo acerca de la memoria histórica, entendida como forma de reivindicación frente a la barbarie y represión aplicada al movimiento obrero, en nuestro caso al anarcosindicalismo y al anarquismo en general. Los intentos por difundir bajo un punto de vista crítico la acción represiva durante la guerra civil y el franquismo, han contado con la mordaza de diferentes “gobiernos democráticos” y un tibio posicionamiento por parte de la socialdemocracia, que pese a haber promulgado una insuficiente ley de memoria histórica ni siquiera ha realizado el más mínimo esfuerzo para hacer que se cumpla; en sus manos, el tema de la memoria histórica ha sido solamente una herramienta para el combate electoral y no una cuestión de principios y de justicia. La derecha política y sus sectores más ultramontanos -herederos morales y materiales de la represión- justifican a día de hoy su existencia, crean irreales y falsarios documentos que tergiversan cifras e intensidad de la represión, y en el colmo de su farisaico cinismo tratan de minimizar las prácticas de barbarie humana ocurridas favoreciendo un olvido culpable. La ley de amnistía de 1977 La constitución de 1978 no supuso una auténtica ruptura democrática con la dictadura franquista, sino una adaptación de sus leyes a la nueva realidad, en la que, a cambio de la ‘apertura política’ se conservaron la estructura del estado y sus integrantes. La ley de Amnistía de 1977 fue una ley de punto final que otorgó una total impunidad a los responsables de la represión en la dictadura, bajo la coartada de sacar de las cárceles a los presos políticos. Esta injusticia nos aboca desde entonces a una transición eterna, que no sólo deja sin resolver la actuación criminal del estado, sino que pone todos los obstáculos posibles a los que intentan sacar a la luz esos crímenes. Al amparo de esa ley vergonzosa, ha crecido lo que se ha dado en llamar democracia. Una sistema político que nació lastrado por un régimen que sólo cambió algunas de sus formas, pero que mantuvo intactas las riendas del poder. La figura más clara es la monarquía, instaurada con el beneplácito del dictador. Los órganos e instituciones más altas del estado siguen dirigidas, en demasiados casos, por descendientes de las mismas familias responsables de la represión franquista; esos mismos clanes dominan en los partidos políticos, en la justicia, en la economía y en las grandes empresas del país; la ultramontana cúpula de la iglesia sigue añorando el fascismo sin recato alguno; incluso retirar sus símbolos de las calles sigue costando acudir a los tribunales, casi cuarenta años después de la muerte del dictador, lo que muestra por sí solo el carácter “modélico” de la transición. La oposición de CNT a los pactos de la transición que dieron origen al actual sistema político, nos legitiman en la cuestión de la memoria histórica, en contraposición a otras organizaciones políticas y sindicales. En cambio, la izquierda parlamentaria debería asumir su papel de neta complicidad en la consolidación de un sistema político marcado por la impunidad de los criminales de estado, el olvido de los luchadores antifranquistas y el silencio de las víctimas de la dictadura. La Ley de Memoria Historica Si la ley de amnistía es la primera losa sobre los represaliados del franquismo, la ley de Memoria Histórica, supone una segunda, porque lo que hace esta ley es consolidar esa situación según la cual los asesinatos cometidos por el franquismo no son tarea de las autoridades ni de los tribunales de justicia. Una ley en la que el estado traslada nuevamente de sus responsabilidades y las deposita en las asociaciones de víctimas y familiares, subvencionando tareas como las de localización y exhumación de fosas en lugar de asumirlas y financiarlas directamente, de forma sistemática y con criterios científicos. Es paradójico, como señalan varias organizaciones internacionales, que las víctimas sean las encargadas de intentar rehabilitar su memoria, teniendo en cuenta además, que esa tarea está chocando con multitud de escollos administrativos, judiciales y económicos, dispuestos con el objetivo de entorpecer y silenciar esa rehabilitación. Este solo hecho, demuestra que el estado español sigue sin reconocer que es el heredero de aquél estado franquista y por tanto, el encargado de esclarecer los crímenes ejecutados por el estado durante la dictadura. En un sistema que pretende llamarse democrático, la diferencia entre la consideración institucional que reciben las actuales víctimas del terrorismo y la actitud que se muestra ante las víctimas del terrorismo de estado, debería cubrir de vergüenza a todos los que tienen responsabilidades públicas. En esa misma línea de no asumir su responsabilidad, la ley evita anular las sentencias de la justicia franquista, a través del artificio legal de dejarlas “sin efecto”, lo que permite no tener que resarcir moral y materialmente a las víctimas; sigue sin reconocer a los guerrilleros antifranquistas y que deja sin resolver la devolución justa de los bienes expoliados por el franquismo a sus legitimos propietarios; una ley que equipara de nuevo a víctimas y verdugos, porque no está hecha para buscar la verdad, ni la justicia ni la reparación, sino para cerrar un período de nuestra historia cuyas heridas siguen sangrando porque sigue sin hacerse justicia. Una ley, en fin, que apenas deja a las victimas y sus familiares intentar reconstruir su propia memoria, pero que niega tajantemente la memoria colectiva del pueblo, la que reivindica la lucha contra la dominación y la barbarie fascista, que a la postre, es la única que puede conseguir que crímenes como aquellos no lleguen a repetirse. Luchemos para devolver al pueblo su historia Desde el punto de vista de la CNT, seguiremos anclados en el tardofranquismo político e institucional en el que vivimos hasta que se devuelva al pueblo la historia de sus luchas, sin la cual, los pueblos quedan reducidos a la nada. Para ello es fundamental participar en las actividades del movimiento social de recuperación de la memoria histórica con nuestra propia visión, aportando un componente social y libertario, reivindicativo y rebelde, que a veces queda difuminado. Al mismo tiempo, hay que denunciar que hasta el momento las instituciones estatales han sido un estorbo para la recuperación de la memoria y para la exigencia de justicia; desde esta perspectiva, el estado sólo le cabe adoptar las siguientes medidas: • Derogar de la Ley de Amnistía de 1977, para que el genocidio franquista pueda ser investigado y juzgado en los tribunales españoles e internacionales. • Asumir por parte del estado todas sus responsabilidades en la búsqueda de VERDAD, REPARACIÓN Y JUSTICIA para con las víctimas del franquismo, como exige las normas internacionales en Derechos Humanos, legislación que la propia constitución de 1978 asume. • Investigar y difundir, para el público conocimiento de los responsables de la represión y la exigencia de responsabilidades a los franquistas supervivientes (políticos, militares, eclesiásticos, empresarios o miembros de los sindicatos verticales). • Localización y exhumación científica y sistemática de las fosas comunes devolviendo a los familiares los restos de las personas asesinadas, rechazando las medidas de carácter asistencialista introducidas por la Ley de Memoria Histórica, contrarias a las normas internacionales de derechos humanos al trasladar la responsabilidad del Estado a las asociaciones y particulares. • Declarar nula de pleno derecho toda la legislación franquista y los actos administrativos o jurídicos represivos derivados de ella, planteando un rechazo frontal a cualquier equiparación de víctimas con verdugos. • Eliminar todos los símbolos del régimen dictatorial, como monumentos, lápidas en las iglesias, cementerios o edificios públicos, nombres de vías públicas, establecimientos sanitarios o centros de enseñanza y cualquier otra referencia a la más siniestra época de la historia de España. • Indemnizar debidamente a cuantos sufrieron persecución y promover su rehabilitación pública, reponiendo de oficio los inmuebles, muebles, documentos y bienes de todo tipo que fueron incautados en base a la Ley de Responsabilidades Políticas y legislación conexa. • Reconocer la propiedad del patrimonio documental de las organizaciones políticas y sindicales, que fue incautado por el régimen anterior y que el actual maneja sin tener en cuenta el criterio de sus auténticos propietarios. • Impulsar una necesaria socialización de la historia, en aras de la justicia y la reparación, rechazando la justificación de acudir exclusivamente a la memoria individual y familiar para crear en cambio, una memoria colectiva y viva que pase por llevar la verdad a las calles, a las casas, y a los cementerios, pero sobre todo, a los colegios, institutos y universidades. Por nuestra parte, la CNT se propone impulsar distintas acciones para poner de manifiesto los procesos de represión que ha soportado, romper el cerco de silencio que se ejerce desde el propio poder y desde muchos medios de comunicación o grupos ideológicos, que de un modo u otro quieren echar tierra sobre la represión al movimiento libertario, mirando para otro lado y tratando de extender un mensaje benévolo para aquellos criminales que la practicaron y salieron indemnes de responsabilidad alguna. Hay mucho por hacer en este sentido, como investigar en profundidad y coordinar los esfuerzos en la recuperación de la memoria de nuestros perseguidos y represaliados a lo largo del tiempo, limpiar su buen nombre del olvido, reivindicar su figura frente a los juicios sumarísimos, las condenas de muerte, las torturas continuadas, los expedientes de depuración, las largas condenas carcelarias, la esclavitud de los trabajos forzados, los destierros, la exclusión profesional o los informes represivos emitidos por la Falange, requetés, curas, monjas y demás entidades benéficas católicas. Es preciso e inexcusable del mismo modo implementar un plan de localización y exhumación de fosas, pozos, cunetas y escombreras en las que aún hoy día siguen abandonados los restos de muchos de nuestros compañeros que fueron asesinados. También es obligada la reivindicación de la memoria de todos aquellos que participaron en los maquis y en la guerrilla urbana, limpiar la sucia imagen de bandoleros que les atribuye el franquismo y poner de relieve su esfuerzo e incondicional sacrificio en la lucha frente a la dictadura. Reivindicar también el obligado y duro exilio social y económico al que se vieron abocados muchos militantes del anarcosindicalismo y del movimiento libertario, es otro de los campos en los que es preciso el desagravio de todos aquellos que hubieron de sufrirlo, aportando su esfuerzo a la lucha antifranquista y dejando así una imborrable semilla que perdura en el tiempo en diversos países de Europa, América o África. Es de justicia deshacer la imagen de que el exilio lo constituyeron los intelectuales acogidos en América Latina, para recomponer una imagen global en la que esa minoría no oculte la historia de los padecimientos del conjunto de exilio: miles de hombres y mujeres que en su mayoría no pudieron llegar al dorado exilio latinoamericano y permanecieron en Europa y el Norte de África, con la intención de continuar su combate contra el franquismo; un exilio que costó la vida a muchos hombres y mujeres en los campos de refugiados franceses, en los combates de la Segunda Guerra Mundial, en los campos de concentración nazis y también, en las actividades antifranquistas de posguerra. La acción mediática de la reacción y la complicidad consciente de muchos durante la transición e incluso hoy día, han generado una serie de mecanismos que inciden en la justificación y el olvido, por lo que la reivindicación de la memoria adquiere el carácter de mecanismo vivo para combatir la impotencia e indefensión frente al poder en una sociedad cada vez más injusta y corrupta. Está claro que nuestro concepto de memoria histórica difiere bastante del maniqueo modelo que se pretende desde el poder. Nosotros reivindicamos la verdad, la dura realidad sufrida, la vida militante de nuestros compañeros que fueron perseguidos y represaliados, queremos que resplandezca la figura de los que fueron torturados, fusilados o asesinados sin otro motivo que el de luchar esforzadamente por una humanidad libre. Por ello, ni tranquilidad ni reposo, hay cosas que no admiten mayor retraso o demora. http://memoriahistorica.cnt.es/documento-base-sobre-el-posicionamiento-de-cnt-en-relacion-a-la-memoria-historica/
0
0
Opinión
In Bienvenido al foro
Ateneo Al Margen
21 jul 2022
PERMANECE A(BS)TENTO AL ESPECTÁCULO (publicado originalmente el 17 de mayo de 2015) En pocos momentos de la historia los políticos profesionales han estado más desprestigiados que en la actualidad; sus corrupciones, abusos y desprecio hacia aquellas gentes que los han elegido son hoy más evidentes que en cualquier otra época. Sin embargo, la ciudadanía acepta con resignación estos hechos y a cada llamada acude sumisa a las urnas, sabiendo que nada va a cambiar y que ningún representante de los que salgan elegidos va a cumplir sus promesas. Ha sido tan profunda y constante la labor del sistema para convencernos de la necesidad de los gobernantes, que el personal prefiere seguir manteniendo la farsa de las elecciones, antes que romper con la tradición y buscar auténticas vías de participación y fórmulas solidarias de avanzar hacia una sociedad libre y justa. No se trata de cambiar de partido, y luego esperar otros cuatro años para retirarle el voto si, como es natural, nos traiciona. No, de lo que estamos hablando es de cambiar el sistema. El parlamentarismo ha tenido suficiente tiempo para demostrar su eficacia y, en realidad, la ha hecho. Lo que ocurre es que siempre se gobierna en contra de los electores; el poder tiende siempre a perpetuar la injusticia, a perpetuarse. Poco importa que los partidos que ganen las elecciones sean de derechas o de izquierdas, tengan un singlo de historia o acaben de nacer; el resultado inevitablemente será el mismo. Y es que quienes gobiernan realmente no son los diputados y senadores; los que detentan el poder real son otras castas que, como los banqueros, militares y empresarios, tienen en sus manos las riendas del mundo, dejando a los políticos el montaje del espectáculo, pero reservándose ellos siempre las decisiones importantes. Por tanto, poco importan los programas de los partidos, si es que los tienen, irremediablemente los abandonarán en cuanto lleguen a las instituciones. Votar, en esencia, es renunciar a nuestra capacidad de decidir sobre los asuntos que nos afectan como personas libres, depositando la confianza en una candidatura que gobernará en nuestro nombre, pero sin consultarnos jamás, por lo que la mayoría delas veces se tomarán decisiones contrarias a la voluntad de aquellos que los han elegido. En contra de lo que se dice, la democracia no es el gobierno de la mayoría, ya que los que no votan suelen ser más numerosos que los que votan a cualquiera de los partidos, y los que lo hacen no deciden absolutamente nada; el partido suplanta la voluntad de la minoría que los ha nombrado, el comité confederal sustituye al partido y la ejecutiva decide por el comité, con lo cual el poder sigue estando en muy pocas manos, y estas manos, lógicamente nunca son inocentes ni están limpias. Es una ilusión pensar que eso ocurre porque no llegan al poder partidos realmente honestos y revolucionarios; pero inevitablemente para ganar las elecciones necesitarían el apoyo del Capital y tendrían que renunciar a su programa para conseguirlo. El individuo, después de tantos años siendo dirigido, se siento protegido por el Estado y tiene miedo a pensar y actuar libremente, prefiere creer que es mejor lo que hay que la incertidumbre de la duda y el riesgo de tener que decidir. Pero como el ser humano está dotado de inteligencia y sentimientos, se rebela ante la injusticia y la opresión; y esa lucha interior entre el conformismo y al rebeldía es la que tiene sumida a la sociedad de nuestra época en la desesperación y la zozobra. El Estado, con su principio de autoridad, es una institución ajena a la naturaleza humana, que ni ha existido siempre, ni en todas las culturas. Incluso en una sociedad tan jerarquizada como en la que vivimos, la mayoría de nuestras actividades y relaciones las mantenemos al margen del poder establecido, dándose en la actualidad numerosos ejemplos de autogestión y de economías alternativas. Y si el Estado es una institución contraria a los deseos humanos de libertad e igualdad, nosotros venimos obligados a no colaborar en absoluto con él y a vivir en una permanente desafección al sistema. Para ello, no tenemos ni queremos disponer de recetas mágicas. Sólo te proponemos que rompas con la sumisa pasividad y allá donde te encuentres: en el barrio, en el aula, en el trabajo, busques a otras personas y te unas a ellas para luchar de la forma más lúdica que encontréis. Declárate, desde hoy mismo, en rebeldía permanente y no dejes que tu vida cotidiana, tus derechos y libertades, tus ilusiones y tus sueños, en manos de los profesionales del ilusionismo. Cuando, en fin, el Parlamento (o cualquier otra institución de gobierno resultante de esas elecciones) demuestra ser una estúpida farsa, totalmente manipulada y mediatizada por el poder ejecutivo y que sólo consigue hacer bostezar a los leones de la entrada, cuando los cosas se ven así, entonces lo mejor es no participar en la ceremonia de la confusión, lo mejor es no votar(los). Como los que acampan bajo los puentes húmedos a la entrada de las ciudades. Como los que pudren su locura en los psiquiátricos, como los que purgan su rebeldía tras las rejas del talego, como los hombres-escaparate venidos de África –barato, paisa, barato-, como los que buscan su cena en los contenedores de basura del supermercado o el restaurante, como los inmigrantes que sacan naranja de sol a sol por cuatro duros, como todos esos y muchos más que nos callamos, nosotros; no votamos a nuestros dominadores. ¡Queremos decidirlo todo! ATENEO LIBERTARIO AL MARGEN Valencia, 1989 / 2015
0
0
Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Recomendaciones
In Bienvenido al foro
Recomendaciones
In Bienvenido al foro

Ateneo Al Margen

Administrador

Acción antimilatarista en ExpoJove

Más acciones
bottom of page